Cómo Proteger Productos Sensibles a la Luz
Muchos productos farmacéuticos son sensibles a la luz, por lo tanto, es crucial que estos estén protegidos de la luz solar directa y ciertos espectros de luz artificial. Una manera de conseguir esto es utilizando luz de color marrón, sobre todo durante el proceso de fabricación.
Existen muchos productos químicos diferentes que son sensibles a la luz y pueden deteriorarse si están expuestos a ciertos espectros de luz. Esto podría no solo significar un producto menos eficaz, sino que además la degradación de los productos químicos pueden causar impurezas en el producto, haciendo que este no cumpla con los estándares de calidad. Lo que es incluso más importante es que puede tener efectos negativos en la salud del paciente.
Los principios activos y otros productos sensibles a la luz nunca deberían de exponerse a la luz solar directa o luces brillantes artificiales, incluso durante el proceso de distribución. La luz puede no solo romper las moléculas, sino también actuar para catalizar las reacciones entre los diferentes productos químicos en el producto, lo cual puede conducir a la formación de nuevos compuestos e impurezas.
Esto se debe a que la luz transporta energía, la luz visible azul y la luz UV invisible transportan más energía que la luz roja. Son las longitudes de onda de energía más altas, entre 300 nm y 500 nm, las responsables de la mayoría de casos de fotodegradación. Un ejemplo de esto en la vida cotidiana es la decoloración de los plásticos que han sido expuestos a la luz del sol durante largos períodos de tiempo.
Diferentes fármacos pueden ser afectados por diferentes longitudes de onda de luz, por lo tanto es importante estudiar la formulación utilizada y evaluar los fármacos para la fotoestabilidad. De esta manera, podrás tomar los pasos necesarios para proteger el producto; por ejemplo, pueden añadirse algunos excipientes para que ayuden a proteger el fármaco de la luz.
A través del proceso de fabricación, deberán de protegerse los fármacos sensibles a la luz. Una luz con mayor longitud de onda, superior a 500 nm, es recomendada para las zonas de granulación, compresión y embalaje. Para esto la mejor opción es la luz de color marrón, la cual tiene unas longitudes de onda de entre 500 nm y 800 nm.
Tabletas o píldoras
Las tabletas y píldoras fabricadas por compresión directa que contengan fármacos sensibles a la luz deberían ser recubiertas con una película de color para proteger el producto de la luz y evitar que se degrade. Habitualmente, este tipo de tabletas utilizan embalajes alu-alu o de color ámbar para proteger a los fármacos sensibles a la luz. Además, los fármacos líquidos que puedan ser sensibles a la luz vienen guardados en viales de color ámbar.
Al analizar productos que sean sensibles a la luz, hay que elegir con cuidado la luz que se vaya a utilizar, ya que la luz puede afectar el producto durante el test y distorsionar los resultados. La preparación de estas muestras debería realizarse en contenedores de color ámbar y recubiertos de papel de aluminio para no permitir que entre la luz. Una luz marrón o más oscura deberá usarse durante todo el proceso de análisis para proteger al fármaco de la fotodegradación.
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